Seguro que más de una vez, ya sea por redes sociales o a alguien conocido, has visto cómo ha llegado a sus casas un colchón enrollado, pero, ¿cómo puede ser eso posible?

Pues bien, como su propio nombre indica, se trata de un colchón que gracias al proceso de fabricación que tiene, se envasa al vacío para que pueda enrollarse consiguiendo que su manipulación sea mucho más sencilla. Tanto como para hacértelo llegar a casa, como para que lo puedas manejar con mucha más facilidad.

Quizás puedas pensar que por venir enrollado puede llegar a perder calidad o algunas propiedades que contribuyen a un mejor descanso. Pero no es así, el colchón llegará a tu casa libre de agentes contaminantes y con mayor higiene que cualquier otro colchón.

El principal objetivo de enrollar un colchón es que la logística de su transporte sea mucho más sencilla y barata. El espacio que ocupa un colchón convencional, lo ocupan cuatro colchones enrollables. Esto hace que los fabricantes ahorren gastos de logística, llegando así a tener un precio bastante asequible para el consumidor final.

Gracias a su fácil manejo, los colchones enrollables tienen una gran variedad de usos. Nosotros te damos algunas ideas:

• Siempre que quieras puedes enrollar el colchón por lo que podrás llevártelo a tus destinos favoritos sin llegar a ocupar mucho espacio. 
• Seguro que siempre has querido invitar a tu casa a amigos o familiares pero por falta de espacio no has podido. Con este colchón podrás hacerlo sin ningún problema. Podrás enrollar y desenrollar el colchón cuando quieras, ocupando espacios y volviendo a recuperarlos cuando te sea necesario. 

Como puedes ver, los colchones enrollables cuentan con grandes ventajas y a todo a un buen precio. 

El hecho de que sean colchones enrollados, no afecta a la calidad del colchón, sino que depende de los materiales de los que está compuesto. Muchos colchones de muelles, por ejemplo, no pueden servirse enrollados, ya que el hecho de permanecer en esa posición mucho tiempo podría afectar al núcleo del colchón. Lo mismo pasa con los colchones de látex, que se podrían llegar a considerar otro modelo de colchón enrollable pero solo con algunos de ellos. Aunque hay que tener en cuenta que no pueden permanecer mucho tiempo enrollados. 

Por el contrario, los colchones HR suelen venderse enrollados, ya que sus características hacen que mantengan su forma. Además, los colchones enrollados cuentan con capas de espumación específicamente diseñadas para recuperar su forma inicial una vez abiertos, por mucho tiempo que permanezca el producto enrollado. Esto también permite que los usuarios puedan guardarlo en su casa y abrirlo cuando quieran utilizarlo

Un buen ejemplo de colchón enrollado de calidad es el Colchón Emma. Este modelo ha sido galardonado en varias ocasiones como el mejor colchón de Europa, frente a todo tipo de competidores

Este tipo de productos no deben ser enrollados a mano. Justo después de su fabricación, los colchones pasan por un proceso específico de compresión y envoltura con maquinas específicamente diseñadas para esta tarea. Así, cada artículo se embala de una forma concreta para que pueda mantener sus propiedades

Lo recomendable es desenrollarlo durante los 7 días posteriores a la llegada del colchón. Lo podrás abrir fácilmente con una tijera, rompiendo el plástico que lo cubre, siempre con cuidado de no dañar los tejidos del colchón. 

Una vez abierto, lo tendrás que colocar en posición horizontal y esperar. Normalmente depende de la marca del colchón el mínimo de horas que tendrás que esperar para poder empezar a utilizarlo. Lo recomendable son 12 horas sin poner nada encima de este.

Aunque las medidas de la mayor parte de los establecimientos son de 90×190, 135×190 y 150×190, en Dormitorum trabajamos todas las medidas con los mejores precios para que puedas tener los mejores colchones enrollables que se adaptan a ti. Tan solo tienes que seleccionar la medida que te interesa o ponerte en contacto con nosotros para solicitar uno exactamente como tu quieres.